"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

5 de Septiembre de 2013

"No es tan fácil".


Lo confieso, me encantan las películas de Meryl Streep, todas, las antiguas en las que sale más joven y guapísima y las más actuales en las que sigue saliendo fantástica.
Podría hacer una gran lista: "Enamorarse", "La mujer del teniente francés", "Los puentes de Madison", "El diablo viste de Prada".......y la última, "No es tan fácil".

Cuando mis  hijas eran pequeñas no comprendía como podían ver un día y otro día la misma película de Walt Disney sin cansarse y además como si fuera la primera vez que la veían.

Ahora me pasa a mi con la última de Meryl Strep,
"No es tan fácil", no se lo que tiene, quizás sí, me parto de la risa. Tiene determinadas escenas que las puedo ver una y otra vez, se lo que va a pasar y me río como si fuera la primera. Aparte tiene una música buenísima, la casa es fantástica y el negocio de hostelería, para los que somos golosos,sería una perdición.

Esto me hace pensar que para ser felices en la vida no hace falta hacer cosas distintas, que está muy bien, pero que en el día a día hay veces que es difícil, que no podemos salirnos de esa monotonía que nos marca el calendario y no por ello tienen que ser aburridas.
Si analizamos lo que hacemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, seguro que en el transcurso del mismo hay situaciones con las que podemos disfrutar muchísimo aunque las hagamos siempre. Si además son situaciones que se suceden todos lo días, hacerlas como si fueran la primera vez que las haces, "no es tan fácil".

Yo tengo un truco, hago que me guste hacerlo como la primera vez, intentando cambiar algo. Por ejemplo, ¿a quien le gusta hacer la compra de la casa?.... pues a mi si. 
No, no soy masoquista y tampoco una mentirosa, me gusta porque tengo que hacerla.
Lo que hago es decir:"...me gusta, hago un descanso en mi trabajo, así estiro un poco las piernas, seguro que me encuentro a  alguna amiga, voy a buscar algún capricho que darme.....". En fin, me voy autosugestionando, no miento, hay veces que me cuesta más que otras, pero al final lo consigo.

 Aunque suelo ir siempre el mismo día de la semana, a veces lo tengo que cambiar, pues ya es la novedad, converso con el  del pescado o el de la carne, que me aconsejan, me pierdo en alguna sección  nueva y descubro algún ingrediente que no conocía, me encuentro con algún amigo-a que no veía desde hace tiempo....en fin, y continúo con lo que hago siempre, comprar, pagar, cargar y descargar.


¡Que gratificante!, no, tampoco he dicho que lo sea, lo tengo que hacer y de esa manera me supone hacerlo con un poco más de entusiasmo, lo he dicho desde el principio, "no es tan fácil".


Ah!!!, y si podéis ve la película, no os perdáis la escena en la que él sale  del cuarto de baño del hotel con la bata blanca puesta....., es fantástica!!!!!(yo la he visto taitantasveces).Os gustará, seguro.

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en que lo importante no es tanto hacer cosas nuevas, que también es bueno, sino que hagamos aquellas cosas que nos hacen sentir bien. Estas cosas aunque las hagamos repetidamente siguen haciéndonos sentir bien. Los niños no piensan esto sino que actuan por instinto por ello cuando hay algo que les hace sentir bien como esa película de Disney que los transporta a un mundo de fantasía, no les importa seguir allí una y otra vez.
    Los adultos tenemos la desventaja de que pensamos demasiado, no dejando lugar para el instinto, y esto hace que incluso cuando hacemos algo que nos gusta o es gratificante para nosotros no lo valoremos en su justa medida. Cuando hacemos muchas de estas cosas que nos agradan, a la vez estamos pensando en el trabajo, en aquel problema por resolver, etc... Si cuando paseamos por la playa o cuando te das una ducha, o cuando disfrutas de una buena comida, nos concentraramos sólo en lo que estamos haciendo obtendríamos mucho más placer del que sentimos habitualmente

    ResponderEliminar
  2. Llevas toda la razón. Las cosas que nos hacen sentir bien muchas veces no las apreciamos tanto como si fuéramos conscientes de ello. Pero también hay que hacer que aquello que no nos gusta tanto o que no nos hace tanta gracia, nos termine haciendo sentir bien, para ello, buscar una excusa y ser como niños, como tú dices, concentrándonos en eso que hacemos.
    Seguimos en contacto.Bs.

    ResponderEliminar
  3. Ah!! fantástica teoría, y lo decimos en serio, ya que quizás nunca nos hayamos parado a pensar en la forma de transformar el día a día, en algo que no tenga que ver con la rutina.
    Nosotros también tenemos nuestro truco: Desde el primer pié que ponemos en el suelo tras el despertar, ya vamos deleitándonos con el primer café/te de la mañana, con esa ducha en la que estrenaremos una pastilla nueva de jabón, o con la ilusión de ver que nos ponemos de ropa ese día ( esto puede resultar traumático a veces...). En fin, en los pequeños gestos de cada día está la clave para convertir cada momento en una experiencia única. Aunque hay veces en que hay que esforzarse más que otros en verlos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si, ese es el secreto, el darle un valor añadido a aquello que hacemos a diario, haciendo que nos sintamos bien desde el primer momento del día, ya sea saboreando una taza de café como escuchando, como es mi caso, al Herrera, Carlos.

      Eliminar