Este fin de semana hemos hecho un viaje relámpago a Francia para ver a mi hija que está en Pou de Erasmus.
Ha sido una paliza realmente, pero por supuesto ha merecido la pena.
Te das cuenta de lo necesaria que eres, hemos: reparado, redecorado, limpiado, llenado la despensa, cocinado....reconfortado.
Somos padres y eso hace que allá a donde vayamos intentemos que nuestros hijos estén lo mejor posible.
A pesar de que ellos te quieran dar a entender que son independientes, adultos, suficientes, maduros....es llegar y siempre encontrar algo que puedes hacer, mejorar o bien facilitar en su vida cotidiana.
Hay veces que les cuesta aceptar un consejo, una crítica constructiva, porque creen que lo saben todo o porque quieren demostrarte que son lo suficientemente capaces como para no necesitar ayuda.
A lo mejor cuando eres hijo no te das cuenta de que siempre se puede aprender y mejorar, y que a los padres les encanta ser ellos los que realicen esa labor de enseñar.
Aceptar una ayuda, un consejo, debe de ser algo natural y más cuando viene de tus padres. Seguramente que hay cosas que no sabremos hacerlas tan bien, pero
seguro que nadie las hace con más amor que nosotros.
Tendremos los 50 y seguirán nuestros padres aconsejándonos y dirigiéndonos, y nosotros encantados, porque siempre hay algo nuevo que aprender y porque además ellos se sienten orgullosos de hacerlo y satisfechos de ayudarnos.
Sólo cuando faltan los padres es cuando nos damos cuenta de lo que los necesitábamos, y es en ese momento cuando recodamos con orgullo todo lo que nos enseñaron.
Hay que aprovechar el momento, hacer todo aquello que podamos, es ley de vida, ellos también lo harán el día de mañana con los suyos, ¡eso espero!.
Hay que aprovechar el momento, hacer todo aquello que podamos, es ley de vida, ellos también lo harán el día de mañana con los suyos, ¡eso espero!.
Vengo contenta, aunque me queden otros dos meses para verla. Se que está bien y seguro, seguro..... ¡que algo más limpia y organizada!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario