"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

13 de Noviembre de 2013
El control de la ira (1)




Estamos hechos de sentir y de pensar. La conducta de las personas, (lo que hacen y lo que dicen) está determinada por sus sentimientos y sus pensamientos. Cuando es la razón (los pensamientos) lo que nos mueve todo es más fácil, todo es más predecible, pero cuando es el corazón (los sentimientos) la cosa se complica.


Nuestro problema, como mediadores, es que en la mesa de mediación, a veces, nos vamos a encontrar a personas en las que lo que dicen y hacen esta determinado por un sentimiento (emoción) llamado IRA. Estas personas, hartas de discutir y probablemente cabreadas y acaloradas, son personas de muy difícil trato.

No hay manera de poder hacer cambiar a la persona iracunda para que, de pronto, sea agradable y receptiva. Ese cambio sólo se produce cuando la propia persona lo desea y trabaja para conseguirlo.


De modo que si no podemos cambiarla, lo único que podemos hacer es cambiar nuestra forma de reaccionar frente a ella. Toda comunicación se basa en la reacción y en la respuesta a esa reacción. Así que, cambiando nuestras propias reacciones, tanto interna como externamente, lograremos que las personas llenas de ira reaccionen a su vez de forma distinta.

Es muy fácil sentirse herido, desvalorizado y desmoralizado por las palabras y las acciones de estas personas, de hecho, eso es lo que pretenden y lo que les otorga su poder. Pero ¿sabes que? Hay una forma de revertir esta situación y lograr que la ira, de una o ambas partes en mediación, juegue a favor de la adecuada resolución del conflicto. Todo pasa por aprovechar que nosotros, mediadores,


jugamos en terreno propio y no aportamos sentimientos, sino pensamientos, a la situación. Esto nos permitirá actuar de modo más inteligente que esas personas e influir en sus respuestas y, lo mejor, hacerlo sin que apenas se den cuenta de ello.



La próxima semana, en este mismo sitio, intentaremos profundizar en algunas elementales y sencillas técnicas para hacer de la ira, de alguna de las partes, un aliado.


No os lo perdais, os esperamos.

5 comentarios:

  1. Interesante reflexión.Espero con interés el comentario de la próxima semana

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  2. Pues no faltes a la cita y aprenderás estas técnicas tan interesantes.

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  3. Cuando la ira hace presencia en nuestra vida
    No existe raciocinio ni conciencia,
    Tan solo un torbellino se despierta
    Para estallar en rabia manifiesta,
    Si no manejas la emoción
    Y te domina

    M.García

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  4. Muy interesante el tema. Estoy de acuerdo en que hay que canalizar su energía para sacar provecho de ella......

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