6 de Noviembre de 2013
Autocontrol y Neutralidad (2)
Autocontrol y Neutralidad (2)
Estos son
algunos pensamientos que pueden evocarse en un mediador:
"esta
persona me irrita",
"esta
persona me infunde lástima y me produce condescendencia"
Son ejemplos
de contratransferencias. El enemigo número uno de la
neutralidad.
Para
contrarrestar su efecto lo primero que hay que hacer es admitir estas
realidades, tratar de buscar las razones de por qué ocurre y poner un remedio
tomando las medidas necesarias para que tal circunstancia no perjudique a
ninguna de las partes.
Una sana
práctica entre profesionales es la derivación, si esta es posible.
Conozco casos
de psiquiatras, psicólogos y/u otros profesionales que se han derivado usuarios
o pacientes porque ocurrían circunstancias tan humanas como las anteriormente
citadas:
“No puedo más con este paciente, me irrita y me encuentro desorientado,
no sé si podré ayudarle”.
La
comediacion esta también muy indicada, asegurándose que es el compañero ( que no
tiene contratransferencias) el que lleva el peso de la mediación.
Por último,
pedir un apoyo profesional, o supervisión, cosa que en ningún caso denota
incompetencia, más bien al contrario.
Probablemente
como última opción es siempre mejor derivar un caso que perjudicar a las
partes.
Además,
absolutamente todos experimentamos estas contratransferencias: es imposible no
generar ninguna emoción o pensamiento ante otra persona, pero en mediación, si
estos traspasan los límites,
las partes van a notarlo, apareceremos "no
neutrales" y les habremos fallado a ellos y al espíritu de la
mediación.
También somos humanos!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario