"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

viernes, 21 de febrero de 2014

21 de Febrero de 2014
"El Reino de Lucernia"




"El reino de Lucernia era extremadamente próspero pese a tener un monarca de pocas luces. 

     En medio de esa riqueza, la princesa Samina, de gran belleza e inteligencia a diferencia de su padre, acababa de alcanzar la mayoría de edad. Era tradición que tornara esposo antes de un mes. Cada mañana, recibiría en palacio a los pretendientes y valoraría sus regalos. Aquel que conquistara su corazón sería el elegido.
     

    Del norte llegó un escultural joven que portaba un zafiro grande como un puño, extraído de las profundidades de la tierra helada. La princesa abrió los ojos, admirada ante el tamaño de la piedra preciosa, pero acto seguido volvió a bajar la cabeza.

    Un latifundista del este le mostró un mapa con sus posesiones, que multiplicaba por cinco los territorios de Lucernia. Fueron poca cosa para Samina.

    Mientras tanto, en la comarca más lejana y olvidada del reino, un joven labrador era arrojado al camino por su padre con un saco vacío.
- Ve hasta el palacio donde la princesa recibe a sus pretendientes y pilla todo lo que puedas.

    El joven labrador se puso en camino con los pocos víveres que le había dado su padre. Estuvo tres días y tres noches caminando para llegar a la capital del reino.

    Acostumbrado a su estrecho terruño, quedó fascinado por las elegantes plazas y calles con que se encontró. Observó la magnificencia de las casas y los sofisticados vestidos y trajes que lucían los capitalinos.
 "Hay demasiados curiosos aquí afuera", se dijo el labrador. "Si quiero meter algo en este saco, tendré que confundirme con los pretendientes y estar atento por si cae algo".

Dicho y hecho, se pegó a la espalda de un fornido cazador que portaba en cada una de sus manos un ave del paraíso.
    Otro de los pretendientes, un noble que sostenía unos zapatos de lujosos engarces, se fijó en el saco liso del chico y le provocó:
- Eh, tú, mequetrefe. ¿qué llevas ahí?.
- Pétalos de rosa.

    El labrador tuvo que aguantar un estallido de risas a su alrededor. Ya estaban cerca del trono y el chico no había encontrado ningún obsequio huérfano, como había supuesto su padre. De repente vio a la princesa Samina que, con cara de fastidio, atendía a cada uno de los pretendientes.

Era la muchacha más bella que había visto en su vida. Tal fue la impresión que le causó, que siguió hipnotizado en la cola hasta plantarse ante ella.

    La princesa se fijó en sus ropas humildes y en aquel saco y le preguntó:
- ¿qué has traído, joven labrador?
- Nada.
- Por el polvo de tus zapatos, adivino que vienes de muy lejos. ¿Has hecho un camino tan largo por nada?
    Los pretendientes en la cola empezaron a proferir murmullos de burla. El chico no quería quedar como un tonto ante la princesa, así que le respondió:
- solo puedo darte una pregunta y mis oídos para escuchar tu respuesta. Es todo lo que tengo.
    La princesa le miró admirada y dijo:
- Adelante con la pregunta.
- Aquí todos vienen con cosas que no has pedido ni necesitas. Mi pregunta es: ¿qué quieres tu, princesa?
- si te soy sincera, nada.
- Pues nada es justamente lo que traigo en este saco - repuso triunfal el labrador- Si aceptas mi regalo, es todo tuyo. 
La princesa respondió con una luminosa sonrisa. A continuación, mandó despedir a los pretendientes que aún aguardaban. Había encontrado en el labrador, que le había ofrecido su atención, el mejor regalo del mundo. "
Ese es el mejor obsequio que puedes recibir: ATENCIÓN.


¡Buen fin de semana, y apliquémonos el cuento!


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2 comentarios:

  1. ¿Así que lo que os gusta a vosotras es que os demos atención?, y yo que creía que os gustaban otras cosas......
    Bueno, me aplicaré al cuento. Buen fin de semana y espero con "atención" el del lunes.

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  2. Entre otras muchas cosas, claro. Pero, ¿a quien no le gusta que lo consideren, que tengan en cuenta su opinión?, atención es todo eso. No solo ansiamos lo material, hay cosas que son bastante más apreciadas que un simple regalo, por muy caro que sea, que además nos lo podemos comprar nosotros. Y aunque aquí el cuento es a la princesa, va dirigido a todos, hombres también.
    Un poquito de tiempo a un ser querido mucho mejor que.....
    Buen fin de semana y el lunes nos "vemos".

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