"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 30 de junio de 2014

30 de Junio de 2014
Postureemos más.



Si me preguntan qué es lo que me atrae más de un hombre o qué es en lo primero que me fijo del sexo masculino, diría que en los andares, la postura en general. Los ojos, las manos, la boca.....por descontado, pero su forma de andar es, para mi, el carné de identidad de una persona. 

Hay días que nos levantamos tristes, cansados, apesadumbrados, y si nos fijamos,andamos de otra manera. Los hombros caídos, arrastrando los pies, cabizbajos, la espalda encorvada....Sin embargo, el día que estamos como si nos comiéramos el mundo, vamos sacando pecho, la mirada altiva y por supuesto, más derechos que un palo.

Nuestra postura suele ser el reflejo de cómo nos sentimos interiormente. El cuerpo es una fuente de información. Nos comunica en todo momento qué nos pasa, el cuerpo no miente. Escucharlo hará que sepamos como estamos de verdad.

Mi teoría es: cuando estemos de capa caída y veamos que nuestra postura tiende a encogerse, como a esconderse, reaccionemos y cambiemos de postura. Estiremoslo, saquemos pecho, los hombros hacia atrás... y nuestro ánimo cambiará automáticamente.

Alexander Richard Brennan, especialista en técnicas de yoga, afirma que modificar nuestra postura fortalece el cuerpo y  la mente, mejora el bienestar y previene enfermedades, y que una persona con una buena postura corporal tiende a transmitir seguridad en si mismo.

Si tomamos conciencia de cual sería nuestra postura si tuviéramos otro estado de ánimo y modificamos nuestro lenguaje corporal, nuestras sensaciones cambiarán. 

Fijaros si tiene importancia todo esto, que incluso César Millán emplea esta técnica con sus perros.Cuando un perro está decaído, se le levanta la cola y se le sujeta arriba hasta que él la deja así, el perro cambia de actitud.

Así que, si los perros son capaces de conseguirlo, nosotros no vamos a ser menos.
¡Postureemos más!




viernes, 27 de junio de 2014

27 de Junio de 2014
¿Cuánto vales?


¿Cuánto vales?,¿quién lo sabe?


Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa
moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado - más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-
. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

Si todavía no sabes lo que vales.......que no te lo diga alguien que no te quiera.


Buen fin de semana, y recuerda:¡ "Tú si que vales"!

miércoles, 25 de junio de 2014

25 de Junio de 2014
El maltrato psicológico, ¿cómo se identifica?





Se da por sentado que no es posible mediar en casos de violencia de género, pero no se pone inconvenientes a la mediación en casos en que entre las partes se da el maltrato psicológico.

El mediador deberá saber identificar esta circunstancia para intentar evitar que afecte al proceso de manera determinante.

¿Seré yo que me lo tomo muy a la tremenda? ¿Lo habré provocado yo? ¿Tal vez si hubiera contestado de otra forma…? Mejor no le digo que… no va a ser que… Estos diálogos son frecuentes en las personas maltratadas con relación a su agresor. Si debido al agotamiento emocional al que están sometidas las víctimas son capaces de justificar una agresión física, cuánto más no van a ser capaces de justificar una agresión no patente, aparentemente subjetiva como es el maltrato psicológico.

El maltrato psicológico tiene diferentes manifestaciones y puede abarcar todas las áreas vitales de la víctima, pero en todos los casos el maltratador ejerce un poder sobre ella basándose en la desigualdad que, según él le hace superior. Para ello emplea frases para desvalorizarle y con imperativos (por ejemplo “esto es así porque quiero yo”), toma decisiones sin consultarle y le cuestiona las suyas. Además tiende a la eliminación o ridiculización de las creencias o ideales de la víctima obligándole a aceptar las suyas propias. El maltratador no le deja elegir o minusvalora sus decisiones, constantemente le recuerda que sabe hacer las cosas mejor que ella, no le permite hacer actos acorde a sus creencias o los ridiculiza.
Y en ocasiones, le restringe las relaciones con sus familiares y amigos, le acompaña de forma obligada siempre que queda con amigos, no le da oportunidades para conocer gente nueva, le ridiculiza cuando habla delante de otras personas y le saca defectos delante de sus amigos.

En una mediación de estas características el equilibrio de poder entre las partes es una utopía, y para que funcione será imprescindible su identificación y su abordaje,
 asumiendo que una adecuada mediación es lo mejor (o lo menos malo) que le puede ocurrir a la víctima.

lunes, 23 de junio de 2014

23 de Junio de 2014
El Piropo




Según el diccionario de la Lengua Española, el piropo se define como: "Palabra o frase que dirige una persona a otra para expresar admiración normalmente por su belleza".

¿Nos gusta a las mujeres que nos piropeen?, ¿les gusta a los hombres piropear?

Seguramente a esta pregunta unos contestarán que si y otros que no, tanto  los piropeadores como las piropeadas.

Las actitudes cada vez más firmes y concienciadas que ha ido ganando nuestra sociedad en contra de la violencia sexual, tanto física como verbal, han hecho descender la intensidad de los piropos espontáneos en gran manera.

Los avances, sobre todo en el terreno de igualdad, han logrado que las mujeres seamos conscientes de no tener que tolerar ciertos comportamientos machistas provenientes de hombres empeñados en apuntalar a nuestra costa su masculinidad. De que hay ciertos gestos y actitudes que atentan directamente contra nuestra integridad como mujeres y como seres humanos.

Pero, ¿dónde marcar el límite entre el abuso y el simple galanteo, entre una palabra agradable y el atropello verbal?

¿Deberíamos ser flexibles, o por el contrario no ser tolerantes  con ello?


Realmente no lo se. Mis experiencias en este sentido  siempre han sido agradables, que no con ello quiere decir que no haya habido veces que me sintiera incómoda, pero por la timidez propia de mi persona, no por el sentido o significado de los mismos.

Supongo,  que como en todo, el sentido común será nuestro mejor barómetro. Ni tolerar determinadas situaciones groseras, ni tampoco etiquetar automáticamente como acosadores a todo el que se atreva a piropearnos.



Porque, ¡oye!, a nadie le amarga un dulce, y hay veces que un buen piropo te alegra el día.

viernes, 20 de junio de 2014

20 de Junio de 2014
Un cuento Real 




Hoy, un día después de la coronación de nuestro Rey, que mejor que este cuento, un cuento Real.
El doble sentido del título viene a decirnos que es mejor vivir siendo tú mismo, sin compararte con nadie,  sabiendo realmente para lo que estás y quien eres, que no deseando ser lo que no eres.
Buscar constantemente ser otro, conlleva una ansiedad que no te deja vivir, y hace que desperdicies el ser como eres. Cada uno es único, y eso es lo vale. 
Todos tenemos algo fantástico, algo que nos hace ser especiales, lo que hay que hacer es descubrirlo.

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. 
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. 
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. 
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca. 
El rey preguntó: 
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? 
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. 
En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda". 


¡Se tu mismo!, ¿qué otra cosa mejor puedes hacer?

Buen fin de semana, ¡por cierto!, el último de la primavera, ¡como pasa el tiempo!
Hasta el lunes amigos.

miércoles, 18 de junio de 2014

18 de Junio de 2014
Actitud positiva, ¿la tienes?




La actitud es como el "patrón general" de las emociones que tenemos de forma habitual ante las circunstancias de la vida. Y viene determinada por los pensamientos que se crean de manera automática y que se repiten una y otra vez ante las mismas situaciones.

Si por ejemplo eres una persona que repetidamente piensas “yo puedo hacer lo que me proponga” vas a tener una actitud, unas emociones asociadas a ese pensamiento muy diferentes que si tienes un pensamiento del tipo “no valgo, todo me sale mal”.

El comportamiento, por su parte, es la manifestación física de tus actitudes, porque tus pensamientos y sus emociones van a determinar que actúes de una determinada manera. Ante un nuevo reto profesional las dos personas del ejemplo anterior van a tener un comportamiento bastante distinto.

Se habla mucho de la necesidad de tener una actitud positiva, pero ¿cómo puedo saber qué tipo de actitud tengo?

Lo más común es que tengamos una idea de si somos personas positivas o negativas, aunque a veces no es tan fácil. Si queremos saber cuál es nuestra actitud general puede ser muy interesante observar nuestras reacciones en momentos en los que las circunstancias sean desfavorables. Qué pensamos, qué emociones generamos, qué acciones realizamos,…

Otra buena manera de aumentar nuestro nivel de consciencia es observar nuestro diálogo interno, esa voz que está en nuestra cabeza de forma constante y que puede ser nuestro mejor aliado o nuestro mayor enemigo.

Y, en tercer lugar, podemos fijarnos en las críticas que hacemos a los demás. Una persona que tiene actitud positiva, difícilmente se pasa la vida criticando lo que los demás hacen o dejan de hacer.

Como mediadores debemos tener actitud positiva, pero sobre todo, debemos saber identificarla en las partes para convertirla en nuestro aliado en aras del éxito del proceso.



¡Aquí, como veis, tenemos "actitud y media"!

lunes, 16 de junio de 2014

16 de Junio de 2014
Consejos para compartir.



Si nuestro máximo deseo es ser un poco más felices, tener una vida más plena, sentirnos en armonía.....hoy lunes, para empezar la semana, quiero reunir pensamientos, hábitos y pequeñas ideas que nos ayuden en nuestro día a día y compartirla con todos los que siguen este blog. ¡Vamos a ello!

1.- Dosifica tus estados de ánimo: concéntrate en controlar su duración, alarga las positivas y frena las negativas.
2.- Procura ser agradecido: la gratitud a la vida es uno de los secretos de la felicidad.
3.- Destierra la envidia: tu vara de medir debes ser tú mismo y tus ganas de superarte.

4.- Acepta lo inesperado: todo lo que viene conviene.
5.- Pon en juego la imaginación: rompe los límites de la rutina.
6.- Decide vivir este momento: sólo este momento ahora.
7.- Sin prisas: no corras, ve despacio.
8.- Tú decides tus pensamientos: al dormir, recuerda lo mejor del día; al levantarte, algo que te haga ilusión.
9.- Tiempo para ti: tiempo de vida propia.
10.- Piensa lo justo, haz lo máximo.
11.- Intenta sentirte útil
12.- Sonríe: piensa que un  día sin risa es un día perdido.
13.- Filtra lo que te llega: no consumas insultos, imágenes agresivas, ni violencia verbal.
14.- Menos tener y más ser.

Podría ser una lista interminable, cada uno que añada lo que crea conveniente, seguro que sacáis muchas más.

Los lunes siempre empezamos proponiéndonos buenos hábitos que unas veces cumplimos y otras no, pero seguro que de todos estos puntos, hoy, podemos empezar a coger hábito de alguno de ellos, mañana de otro, y así a lo largo de toda la semana.



¡Chicos, todo es empezar!





viernes, 13 de junio de 2014

13 de Junio de 2014
Las Islas Salomón, y el don de la palabra.



Que las palabras tienen el poder de construir y de destruir, lo sabemos todos. Cuando queremos hacerle daño a alguien, se le insulta, se le grita, o se utiliza alguna palabra que se sabe que le va a herir. Si por el contrario, lo que queremos es que alguien se sienta bien, utilizamos aquellas palabras que lo adulen y lo hacemos con un tono adecuado.

También sabemos que para que las plantas crezcan más y mejor se les debe de hablar. La verdad  es que no se si el beneficio es para ellas o para la persona que lo hace. En fin, todo esto es bien sabido, pero lo que seguro que no sabíamos es la historia que cuento a continuación.


"¿Sabías como  cortan los árboles en las Islas Salomón?
Cuando los nativos de los pueblos originarios de las Islas Salomón necesitan tomar parte del bosque para sembrar, ellos no cortan los árboles, ellos se reúnen y rodean al árbol y le gritan insultos y lo maldicen. Poco a poco y en pocos días, el árbol comienza a marchitarse y muere por si mismo.
La teoria es que los  gritos matan el  espíritu del árbol. El árbol muere y se derrumba.

Así que seamos conscientes, cuando vayamos a hablar, especialmente si son palabra que no construyen.

De ahora en adelante, y acordándonos de esta historia, intentemos no matar  el alma de nadie, y pensemos que en la vida hay que ir dejando huellas no cicatrices.


¡Buen fin de semana, y hablemos mejor a los demás, a nosotros mismos, y a ser posible a nuestras plantas....a ver que conseguimos!


miércoles, 11 de junio de 2014

11 de Junio de 2014
DEJA FLUIR EL LLANTO





Normalmente cuando hemos visto a alguien llorar, hemos sentido empatía por esa persona, más aún si su relación con nosotros es estrecha (ya sea familiar o de amistad).
Esa empatía nos empuja a querer hacer lo que sea para mitigar su dolor. ¿Qué hacer? ¿Cómo calmar a esa persona? ”Tengo que hacer que pare de llorar” son los primeros pensamientos casi inconscientes y que se amontonan en nuestra mente. 

¿Por qué? 

La respuesta podría estar en la angustia que sentimos por el no saber que hacer… por el pensar que no podemos o no sabemos ayudar… así que aunque nos parezca que tratamos de parar ese llanto por beneficiar a la otra persona, muchas veces lo estamos haciendo justamente por APLACAR NUESTRA VOZ INTERIOR que nos impele a “hacer algo” para que las lágrimas dejen de brotar en esa otra persona, para eliminar su estado de tristeza que tanto nos incomoda. O sea que aunque pensamos que lo hacemos por la otra persona, lo estamos haciendo quizás por EGOÍSMO y para que pare nuestra angustia ante esa situación que estamos viviendo.

Así con frecuencia acudimos a los tópicos y olvidamos lo que ellos pueden evocar en la persona que llora:
-“Vamos, no pasa nada, no es para tanto”
¡ Claro que pasa… para mi si pasa sino no estaría llorando. Diciendo eso solo estas haciendo que me ponga peor porque siento que no se me comprende, que no debiera estar triste, llorar o que las razones de mi lloro son banales!
-“Has de ser fuerte” 
¡O sea, que si lloro es porque soy una nenaza, un malcriado, un debilucho/a… pues si que me estas reconfortando…
-“Los hombres no lloran” 
¿Desde cuando?.

Si realmente deseas ayudar, LO IMPORTANTE ES ACOMPAÑAR, simplemente ESTAR en silencio y calma junto a la otra persona, ESCUCHARLA y ayudarla a ver a través de nuestra reacción que estar triste y llorar es una emoción más, totalmente aceptable y necesaria. TAMBIÉN EN MEDIACIÓN.

lunes, 9 de junio de 2014

9 de Junio de 2014
Más rabitos de pasas.


Llevo unos días haciéndome una serie de preguntas y me gustaría plasmarlas aquí, a ver si de esta manera consigo darles respuestas.
Soy de las personas que piensa que cuando algo va bien ¿para qué cambiarlo? También  que cada uno es libre de decir y pensar lo que quiera, que para gustos los colores, pero que antes de hablar de algo, creo, deberíamos de tener conocimiento de causa. También pienso que las personas deben de estar preparadas para el oficio que tienen que desempeñar, y si son las mejores en lo suyo, mejor que mejor.

Si tuviera que escoger a alguien para barrer las calles, lo elegiría sin tener en cuanta el color de su pelo o la religión que profese, ya que eso no  va a influir en que lo haga mejor o peor. Sería inteligente y ganaría con esa decisión Si esa persona lo hace bien, desde luego se lo reconocería, aunque personalmente a mi no me agradara o no me fuera simpático. Hay que saber distinguir y separar razón y corazón.

Estos días , desde que se sabe que el Rey va a abdicar, se oyen tal cantidad de barbaridades, que estoy perpleja. 

Oigo comentarios, opiniones, y pienso que tienen que ser producto de la mala memoria. Los que, aunque fuéramos pequeños, hemos vivido la transición, sabemos reconocer las libertades y la concordia nacional que se consiguió por parte  de determinadas personas. También recordamos el desmontaje que se hizo de la dictadura de forma sutil, no sin riesgos para ellos, y sería injusto no reconocerlo.

Si todo esto me causa estupor, más todavía el hecho de que algunos jóvenes enarbolando las banderas rojas, pidan referendos, y que no caigan en la cuenta de que si ellos pueden estar hoy en día dando banderazos en las plazas, es precisamente porque un día ese Rey les devolvió las libertades al legalizar el partido comunista, contra todo y contra todos. Enfrentándose con la derecha, el ejército y la banca.

Me gustaría pensar que es la mala memoria y no el desconocimiento de la historia. A cada uno lo suyo, y reconocer lo bueno de los demás dice mucho de las personas.

"Quiero lo mejor para España y para los españoles", dicen muchos de estos que tienen mala memoria,

 y yo les diría: "es de bien nacidos ser agradecidos", y que coman más rabitos de pasas.



viernes, 6 de junio de 2014

6 de Junio de 2014
La suposición controladora.






Siempre he escuchado decir a mi madre: "cuando te ponen una etiqueta, ya no hay nadie que te la  quite".

Hay personas a las que hagan lo que hagan, si la tienes identificada de una determinada manera porque conoces algo de su vida privada, todo lo que haga será por esa causa.

El texto que dejo a continuación, lo describe perfectamente. En más de una ocasión nos habremos sentido en uno u otro lado de la historia, seguro. Es muy interesante







"Hace algunos años, un grupo de investigadores al mando del doctor David Rosenham, profesor de psicología y derecho de la Universidad de Stranford, fueron admitidos como pacientes en varios hospitales psiquiátricos. El personal de los hospitales no sabía que hubiera nada especial en ellos; creyeron que los investigadores eran pacientes comunes. Los investigadores querían ver cómo los tratarían.


Los investigadores eran perfectamente normales (lo que quiera que eso signifique), pero su simple presencia en los hospitales hizo suponer que padecían trastornos mentales. Aunque se comportaron normalmente -no hicieron nada para fingirse enfermos- pronto descubrieron que todo lo que hacían era interpretado como señal del trastorno mental que se había anotado en sus hojas de admisión. Cuando se descubrió que algunos de ellos tomaban notas, se hacían entradas en sus registros tales como “el paciente se enfrasca en una conducta escritora”. Durante una entrevista, un “paciente” confesó que aunque de niño había estado muy cercano a su madre, al crecer se encariñó más con su padre: un giro normal. Pero esto fue interpretado como prueba de “relaciones inestables en la niñez”. 


Hasta sus protestas de que eran normales fueron tomadas en contra de ellos. Uno de los pacientes verdaderos los previno: “Nunca le digan al doctor que están bien. No les creerá. Eso se llama una “fuga hacia la salud”. Díganle que todavía están enfermos, pero que se están sintiendo mucho mejor. Eso se llama perspicacia”.
Ninguno de los miembros del personal del hospital descubrió el engaño. En cambio, a los pacientes reales les pareció transparente. Uno de ellos dijo a un investigador: “Tú no estás loco. Tu estas haciendo una revisión del hospital”. Y así era".





El experimento reveló algo acerca de la fuerza de una suposición controladora: una vez aceptada una hipótesis, todo se puede interpretar en su apoyo.

Una vez que la suposición controladora fue que los falsos pacientes tenían trastornos mentales, no importaba cómo se comportaran; cualquier cosa que hicieran sería interpretada para adaptarla a la suposición. 



Mientras sigamos teniendo tantos prejuicios ante determinados comportamientos, seguiremos viendo síntomas patologizantes donde no los hay y de éste modo, gracias a la presuposición de que están mentalmente enfermos terminarán convirtiéndolos en tales y este es un buen ejemplo.



No nos engañemos, y como digo siempre, las cosas son más simples de lo que parecen, no las compliquemos.






¡Buen fin de semana, y a los rocieros, que tengan un buen camino ! 

miércoles, 4 de junio de 2014

4 de Junio de 2014
Como ser emocionalmente inteligente



La inteligencia emocional supone un conjunto de habilidades que pueden aprenderse, sólo hay que seguir una serie de consejos.
 Los pasos para ser una persona emocionalmente inteligente son los siguientes:

  • Percibir la emoción: saber identificar y reconocer nuestros sentimientos y los de los demás. Para ello debemos atender a las manifestaciones de nuestra emoción, como son la expresión facial, nuestros gestos, etcétera. Por ejemplo, “estoy nervioso”.

  • Facilitar o asimilar la emoción: tener en cuenta nuestras propias emociones a la hora de llevar a cabo un razonamiento determinado o toma de decisiones. Supone comprender cómo nuestras emociones afectan a nuestros pensamientos, de forma que si las tenemos en cuenta nos pueden ayudar a tomar decisiones más acertadas y creativas. Por ejemplo: “estoy nervioso porque pienso que no voy a saber afrontar mi entrevista de trabajo, que haré el ridículo”.

  • Comprender la emoción: implica entender las diferentes señales emocionales que se nos presentan. Por ejemplo: “como estoy nervioso, entiendo que todos los pensamientos negativos que tengo son causa de la ansiedad. Es por esto por lo que me siento tenso y con las manos frías…”.

  • Regulación emocional: requiere el conocimiento de diferentes estrategias de control emocional; a nivel cognitivo (pensamientos y procesos mentales asociados a la emoción), a nivel fisiológico (sensaciones físicas asociadas a la emoción) y a nivel motor (comportamientos asociados a nuestro estado emocional). En el ejemplo tratado: “…sentirme tenso y tener las manos frías cuando se está nervioso es normal. No debo preocuparme por ello. Si respiro lentamente desaparecerá poco a poco esta sensación… Voy a intentar ensayar mi entrevista… A lo mejor no me sale perfecta, pero seguro que tampoco tan mal como yo creo”.   

Con estos sencillos cuatro pasos, a lo mejor no conseguimos ser emocionalmente inteligente, a la primera, pero seguro, que en más de una ocasión, si los tenemos en cuenta, nos ayudarán a serlo, y sobre todo, tened presente....


lunes, 2 de junio de 2014

2 de Junio de 2014
Un buen ejercicio para todos






Lunes, primer día de la semana, empezando un nuevo mes, cerquita del cambio de estación y pasar al verano.....os propongo hacer un ejercicio.

Es muy sencillo. Antes de pasar a explicarlo, os diré sus beneficios. Vais a hacer que las personas con las que lo ejercitéis, ya sean conocidas o no, os devuelvan lo mismo que les deis.

Para este ejercicio solo hay que tener voluntad de hacerlo y repetirlo tantas veces haga falta. Hay que empezar desde por la mañana temprano y no dejarlo hasta que nos acostemos por la noche. Además de ser bueno para nosotros, tanto física como psicológicamente, es bueno también para los demás.

No cuesta dinero,  no se gasta, mientras más demos más recibiremos y, al que lo da lo hace más atractivo. 

Cuando uno se encuentra decaído o algo triste, ejercitarlo hace que automáticamente cambie su estado de ánimo y se sienta bastante mejor.

No, no hay que ir al gimnasio, ni ponerse ropa de deporte, pero también con ella se puede hacer. Se puede  hacer estando sólo y también en grupo. Las personas que lo hacen enferman menos, toman menos pastillas y viven más años.

Pueden hacerlo tanto personas mayores como jóvenes, hombres y mujeres, aunque los que más lo ejercitan son los niños.

¿Quereis saberlo ya?, ¿lo habéis acertado?, ¿si?

Pues sí, eso es. Sabía que no haría falta que lo dijera, que con solo describir todas sus ventajas, sabríais de qué estaba hablando.

Empecemos ahora mismo,¡ya!. Es de las cosas que se contagian. Probad hacerlo con el que tengáis al lado y veréis como automáticamente os la devuelve, y si no....es que es "más duro que un alcarabán", como dice mi madre.





Que tengáis un buen y sonriente lunes.