Una alimaña....
Una alimaña, un bicho, una bestia, un monstruo.....estos son algunos de los calificativos que se han escrito del pederasta que se ha detenido hace unos días en Madrid.
Después de conocer los hechos, de todas sus actividades, sus antecedentes....yo no sabría como calificarlo, no encuentro la palabra adecuada, siempre me quedaría corta.
Hace poco también descubrieron a otro pederasta, profesor de deporte de niños pequeños, y ese no es un caso aislado. ¿Cuántos más han existido?, ¿van buscando esa profesión desde que tienen "actitudes" para actuar de esa manera o la desarrollan cuando desempeñan su trabajo? No quiero ni pensarlo porque realmente no se que sería peor.
Si eso es grave de por si,¿cómo calificaríamos el que a un pederasta lo dejen en la calle después de unos años en la cárcel, por "buen comportamiento",y piensen que no va a volver a las andadas?
Es un tema tan manido como ardiente.
¿Cómo nos tenemos que concienciar de que los violadores no tienen rehabilitación?
Cada vez que sucede un caso como este salen psicólogos y psiquiatras haciendo hincapié en que son personas que ni con terapias pueden reformar sus conductas. Una vez vuelvan a tener la oportunidad de actuar, lo harán.
Personas obsesivas, con ideas fijas, cuya única finalidad es conseguir una presa con la que satisfacer sus más perniciosos deseos.
¿Cuántas veces más tienen que suceder estas situaciones hasta que la sociedad se conciencie que hay que buscar un castigo distinto para este tipo de "delincuentes"?
Por favor, si la violación ya es algo horroroso en adultos, dejando secuelas no solo físicas si no psicológicas,¿que no será en niños pequeños y en bebés?
Hay que actuar, como decían en la película de Karate Kid, "acción-reacción", pues "acción-CASTRACIÓN".
No hay otra, y si no.....¡que se lo piensen mejor!