"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 28 de diciembre de 2015

28 de diciembre de 2015
El año nuevo y sus tradiciones.


Entramos ya en la última semana del mes, en sus últimos días. Se va el año 2015. Para algunos ya estaba tardando. Año complicado, de crisis, de cambios y de mucho suspense. 
Pero ¿sabemos de dónde viene el que celebremos el día 1 de enero como el primero del año?
Si nos vamos al calendario romano, el primer día del año era el primero del mes de marzo. Fue Julio César el que creó el calendario juliano, dedicando el 1 de enero a Jano, dios de "las entradas, las puertas y los comienzos". De él recibió nombre el mes de enero. Dios con dos caras, una que miraba hacia adelante y otra que miraba hacia atrás.
Con algunas modificaciones hechas posteriormente, llegamos a la realizada por el papa Gregorio XIII en el siglo XVI, llamándose calendario gregoriano, teniendo ya un significado religioso durante la Edad Media.
Con la entrada del año nuevo, cada país cumple una serie de tradiciones.
La más sonada en el nuestro es la de comernos las doce uvas, y también ésta tiene un porqué.
Se piensa que tuvo sus orígenes en Elche, en 1909, año en el que unos vitivinicultores de la comarca alicantina del Bajo Vinalopó la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha. Desde entonces comerse las tradicionales doce uvas al compás de las doce campanadas del reloj de la Puerta del Sol en Madrid viene siendo un clásico ya. 
Interesante es saber de dónde vienen todas estas tradiciones que llevamos haciendo un año tras otro,con la certeza de que si no se hacen tendremos un año de mala suerte. El anillo en la primera copa de cava o champán, la ropa interior roja, tirar cohetes, disfrazarse......
El último día del año, el 31 de diciembre,
con el que cerramos una etapa, es el día en el que se suele hacer balance de lo vivido en el mismo. Intentamos ver lo que no nos ha gustado del él para no volverlo a repetir, nos hacemos nuevos propósitos, promesas, proyectos.....
Es como si nos renováramos, nos hiciéramos una limpia, y empezáramos de nuevo, un renacer. Una segunda oportunidad para muchas cosas que hay que aprovechar.
Quiero, en este nuestro último artículo del año, desearos una feliz entrada de año, pero también una feliz salida del mismo. Al igual que el Dios Juno,que tengamos dos caras, que sepamos mirar hacia atrás, con sensatez y sentido crítico, y hacia adelante con ilusión renovada y con la inteligencia suficiente para saber que podemos conseguir lo que nos propongamos si realmente lo deseamos, pero que también somos humanos, y que como tales tropezaremos de nuevo en la misma piedra. Pero a levantarse toca y a continuar.





Feliz año, y hoy "cuidadín" con las bromas, que es día de los Santos Inocentes, otra tradición nuestra digna de conocerse.
Hasta el año que viene amig@s.




lunes, 21 de diciembre de 2015

21 de diciembre de 2015
El espíritu de la Navidad.




Se dice que el mejor regalo es el recuerdo y estoy completamente de acuerdo. Tener recuerdos gratos y poder rememorarlos es todo un placer.
Las Navidades me gustan mucho y, si cabe, más las que disfrutaba de pequeña. Olores que me llevan a esos momentos infantiles, llenos de luces, un nacimiento con huerto y muchos pastores, y un cielo azul lleno de estrellas, y sus montañas de corcho, el pavo. los mantecados....
La ilusión por los regalos, la espera por ver los Reyes, que mi preferido era el negro, el salir a ver belenes,
sus villancicos, las castañas, y las meriendas con churros y chocolate.
Ahora veo unas Navidades distintas, gente con mucha prisa y cargadas de bolsas, familias en los Mc Donalds, muchos árboles y pocos belenes, algún que otro tímido villancico, y.....muchos, muchos regalos.
Pasamos la mitad de las vacaciones pensando qué comprar y la otra mitad comprando, regalos que después pasamos otro tanto descambiando.
"El mejor regalo eres tú", es un eslogan que corre por las redes sociales. Me parece fantástico, ¿para qué marearnos buscando y rebuscando, cuando lo tenemos tan cerca, en nosotros mismos?
¿Qué mejor regalo para un padre o una madre que sus hijos se propongan hacer algo que llevan todo el año intentando que hagan?, por ejemplo.
O, ¿qué mejor para un hijo que el dedicarle ese tiempo que estás perdiendo en buscar el regalo perfecto, y llevarlo a ver aquello que lleva diciendo querer ver hace tanto tiempo y que por falta de éste no habías podido hacerlo aún? O también, ¿por qué no, un regalo de una tarde de risas, de una merienda especial, o simplemente de pasar un buen rato hablando?
Hay tantos deseos que no cuestan nada y que son más o tan importantes como un regalo al que te matas buscando.
Yo, si por mi dependiera, llenaría esos paquetes de ilusiones, compañía, pequeños momentos, risas,
besos......y algún que otro capricho.
El espíritu de la Navidad, eso es para mi verla con los ojos de niños, la ilusión de la primera vez, el tiempo en familia, la sensación de bienestar, de encontrarte haciendo aquello que te apetece, sin prisas. 
Os deseo una semana así, llena de ilusiones y de buenas sensaciones, y aprovechemos la iluminación, los puestos de castañas, la música navideña, la compañía de todos a los que queremos, y sobretodo, la posibilidad de ser felices, eso,en definitiva, debería ser lo más importante.
FELICES FIESTAS Y FELIZ NAVIDAD A TODOS

martes, 15 de diciembre de 2015

16 de diciembre de 2015
De los peluches a los robots.


Un robot humanoide es un robot diseñado para asimilar el cuerpo y los movimientos de un ser humano. Están dotados de aspecto antropomórfico y funcionalidades humanas.
En poco tiempo tendremos disponibles robots parecidos a los humanos pero la diferencia importante es que para crearlos se combinan diversas disciplina como son la mecánica, la electrónica,la informática, la inteligencia artificial, la ingeniería de control y la física. 
Habrá robots para todo, e incluso para hacer trabajos que ahora hacemos "todavía" los humanos. Seguramente la perfección de ellos hará que sean demandados para ocupar el sitio de una "simple" persona. 
Esta tecnología está dando pasos agigantados para demostrar las destrezas de la misma en entornos cotidianos, como por ejemplo la asistencia a ancianos, el entrenamiento terapéutico, el suministro de fármacos a enfermos o la vigilancia de niños en casa.
Dicen que imitan casi hasta el extremo a los seres humanos y en no pocas ocasiones los remplazan.
Cuando escuché esta noticia, que en principio pudiera ser un gran adelanto de la ciencia y por ello algo que celebrar, me entristeció profundamente.
Quien me conoce sabe que no soy muy fans de las altas tecnologías. Pienso que algunas son muy necesarias y sería absurdo no reconocer que la vida resulta más fácil con muchas de ellas. Pero sin embargo, mucha parte de nosotros se pierde también con ellas. Estamos tan asfixiados de máquinas que perdemos el control, y nos vamos acostumbrando a interactuar con ellas abandonando la naturalidad de hacerlo con las personas.

Para ejemplo un botón, whatsap, facebook, móvil, ordenadores.....fantásticos, bien utilizados y en principio para servirnos. Lo malo es que al final terminamos siendo sus esclavos, y haciendo que la relación con ellos sea más placentera que con los de nuestra especie, prefiriendo, en muchas ocasiones mantener una conversación vía whatsap, que una frente a frente con la persona.
Miedo me da, y se que no soy la única que piensa así, aunque al decirlo me tachen, como hace unos días un compañero al que le dije que me sigue gustando leer libros en papel, de retrógrada y de antigua.
De lo que estoy convencida es de que los sentimientos que podemos expresar los humanos será imposible que lo hagan ellos, por muy perfectos que sean. El calor, la sonrisa, la mirada, la ternura....eso es nuestro, por mucho que avancemos.
Ahora que se lleva tanto dar abrazos con masaje en la espalda incluido, ¿los cambiaríamos por los fríos dedos y mecanizados movimientos de un robot?
Yo seguiré con mi oso de peluche por si las moscas me llega la hora de tener que ser cuidada en el futuro por uno de ellos, la sensibilidad humana no es reemplazable por nada.

Ya en el meridiano del mes, a solo unos días de terminar el año.
Tiempo todavía para hacer aquello que nos propusimos el año pasado para éste, que no se nos pase la oportunidad de hacerlo.







jueves, 10 de diciembre de 2015

10 de diciembre de 2015
Para estar, hay que saber estar.


Si la vida fuera un viaje, nuestro mejor equipaje sería la buena educación. 
Y si de un fondo de armario habláramos, la prenda indispensable sería el saber estar, el saber comportarse en cada situación con clase y con estilo. Con solo esa prenda podríamos asistir a cualquier evento.
Sabemos que una buena película no solo consiste en tener un buen diálogo y una buena trama, también la luz, el decorado, el maquillaje y el vestuario hacen que nos llegue de verdad, que nos enganche, y que la consideremos una obra maestra o un simple pasatiempo.
Esto mismo me ocurre a mi con los políticos. Necesito ver en ellos además de buenas palabras, promesas, y todas sus intenciones, una buena presencia, un saber estar ante cada eventualidad, un comportamiento adecuado a la posición que pretenden.


La vestimenta no hace al monje, pero ayuda, y al igual que la mujer del César no solo tiene que serlo si no también parecerlo, los políticos un tanto de lo mismo.
Cada ocasión tiene una etiqueta, y lo mismo que no vamos igual vestidos a una barbacoa que a un cóctel por respeto hacia los demás, los políticos, sean del color que sean, deben de tenerlo también presente.
Hasta la persona más humilde tiene un traje para la ocasión, y sabe cuando tiene que ponérselo.
Entra dentro de ese saber estar el saludar con educación, saber tratar a los iguales y a los que son distintos a ti, aguantar igual de bien las alabanzas como las críticas, saber ganar y saber perder.
Estas reglas son indispensables para cualquier político que se precie, ya sea de derechas, de izquierdas, de España o de cualquier otro país.
El todo vale no me convence, ni tampoco lo de que los modales no son imprescindibles, que hay políticos que son como el pueblo llano......no, excusas. El que quiera peces que se moje el culo, como se suele decir. No se puede pretender ser Presidente de un gobierno y no tener un cierto decoro, no se puede poner al mando de un colegio a uno de los alumnos de primaria, y si se hace, corramos con las consecuencias.
Para todo,
pienso, hay que tener un badaje, un rodaje, un aprendizaje. Se dice que el demonio sabe más por viejo que por demonio, y es verdad.
Por eso digo, que para estar hay que saber estar, para mi, al menos, fundamental.

Buen final de semana para todos, y ahora que viene una época de regalos, aprovechemos y un libro nunca viene mal.