"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 18 de enero de 2016

18 de Enero de 2016
Porque todos somos un poquito Pinocho.

Como dice el refrán, "De casta le viene al galgo", y a nosotros ya desde los primeros inicios.
Se dice que la primera mentira nos vino con Adán y Eva en el paraíso, con la serpiente y la maldita manzana.
De ahí hasta ahora hemos conseguido convertir la mentira en todo un arte. Según el profesor de psicología de la Universidad de Harvard, Robert Trivers dice que los humanos somos unos mentirosos redomados aunque no seamos conscientes de nuestras fabulaciones, ya que la mayoría de ellas no son intencionadas sino que forman parte de un peculiar mecanismo evolutivo que nos ha permitido obtener ventajas sustanciales y múltiples beneficios.

Mentir es un elemento intrínseco de la naturaleza humana, mentimos porque funciona. Pero no solo mentimos de palabra, sino de otras muchas maneras: usamos maquillaje para disfrazar nuestra verdadera apariencia, nos ponemos ropa y adornos para camuflar determinados defectos, decimos frases que no sentimos, sonreímos o reímos de cosas que maldita la gracia......
Mienten los niños desde edades muy tempranas, entre los dos y tres años, la mayoría de las veces alentados por sus padres, por ejemplo cuando se les hace decir que algo que no les gusta les gusta por quedar bien con alguien, siendo eso parte de la adaptación al entorno social. También para evitar una regañina.
Según los estudiosos mentimos para ocultar algo que no queremos que se sepa, por conveniencia, diplomacia, para dar una buena impresión, evitar explicaciones innecesaria.
Pero, y los animales, ¿también mienten?, pues aunque nos parezca mentira, también. Cuanto más sotisficados más engañosos y ladinos son. Existe la estrategia zoológica del camuflaje (los camaleones) o del disimulo (muchos insectos).

En fin, esto es una selva, y nunca mejor dicho.
¿Mentimos más las mujeres, los no religiosos....?, pues según los expertos, ni la tendencia religiosa ni el género ni la preferencia política tenían relación con ser o no honesto. De lo que podemos estar seguro es de que el que miente por norma cree que los demás también van a mentirles.
Lo que si tengo claro es que el mentiroso tiene que tener una memoria de elefante para acordarse de todo lo que va diciendo y no caer en el error de equivocarse.
Me gusta la diferencia que se hace entre mentiroso fabulador, que cuenta mentiras a lo grande, y el mentiroso sinvergüenza, que intenta alcanzar un objetivo para su propio beneficio.
¿Con cual nos identificamos más?
Seguro que se nos viene a la mente un montón de personas conocidas que coinciden literalmente con una y otra descripción.
Empezamos la semana, el cómo tengamos la nariz dependerá de lo que digamos por la boca, así que "cuidadín, cuidadín".

¿Preferimos una mentira a la cruda realidad?, esa es la pregunta.



lunes, 11 de enero de 2016

11 de enero de 2016
¿En qué piensan las mujeres?



Hay un refrán que dice: "Pies fríos, cabeza caliente", y así, por regla general, tenemos las mujeres la parte superior del cuerpo. Como una jaula de grillos.
Le damos vueltas a las cosas una y otra vez, pero eso no es lo peor, lo peor es que no lo hacemos de una en una, si no a la vez, teniendo un sinfín de asuntos revoloteando como moscas en septiembre.
Si por algo envidio a los hombres es por la capacidad que tienen de concentrarse en una sola cosa y apartar las demás para cuando sea preciso.

Se nos antoja necesario y a veces prioritario el buscar soluciones a todos los problemas, propios y ajenos.
Cuando alguna vez alguien nos pregunta: "¿En qué piensas?", y le contestamos: "En nada", ni siquiera nosotras mismas nos lo creemos. Es imposible tener la mente en blanco, ¿eso qué es?.

Lo más parecido que he tenido de quedarme en blanco fue en un examen de la facultad, que por acumulación de información no me acordaba de nada, ni del teléfono de mi casa. Pero eso no es lo mismo.
Por eso, creo yo, necesitamos más el tener un momento de relax, de reflexión o simplemente de charlar con alguien, para poder poner las ideas en claro, analizar una a una las situaciones, o simplemente para compartir con alguien nuestra gran carga emocional.
Somos así, y digo en general, que habrá mujeres que no tengan ese "defecto-virtud", me alegro por ellas, porque no saben la trabajera que da, aunque también la satisfacción cuando logras encontrar soluciones a todo.

Mi madre decía muchas veces: "Un día me va a salir humo por la cabeza", y creo que en más de una ocasión me pareció verlo.
¿En qué piensan las mujeres?, (por cierto, estupenda peli) en todo y en "nada", pero siempre en algo, eso está claro.
Le dedico este artículo a todas esas mujeres que no dejamos de ejercitar la mente en beneficio de todos los que les rodea,
a esas mujeres que en vez de orejas tienen......chimeneas.

Buena semana.

lunes, 4 de enero de 2016

4 de Enero de 2016
De propósitos no vive el hombre.


Si hemos sido capaces de salir indemnes de estas fiestas navideñas, somos también capaces de conseguir llevar a cabo todos esos propósitos que en este mes de enero nos hemos propuesto hacer.
Lo mejor para ello es ser realistas, saber que hay cosas, que aunque nos apeteciera poder hacer, son incompatibles con nuestra situación económica o familiar, o simplemente imposibles.
Quedarnos con lo positivo del año, todos los buenos recuerdos, historias, vivencias......para con ello empujarnos a hacer más de lo mismo.

Con todo aquello que nos ha gustado menos, saber que ha sido parte de nuestra vida y, quien sabe, aún siendo algo negativo, pueda que haya servido para que otras cosas sucedan.
Siempre que se cierra una puerta se abre una ventana, y es verdad. Pero para ello hay que querer que ocurra, hay que poner empeño, un poco de esfuerzo y mucha ilusión.
En un artículo anterior dije que el mayor regalo es el recuerdo, pues ese es el regalo con el que nos debemos quedar de este año, los buenos momentos.
Si tuviera que hacer una lista de los propósitos para este año, muchos repetidos de otros años, serían:
1. Cuidar de los amigos y de la familia.
2. Vivir en el presente.
3. Desterrar envidias y rencores.
4. Hacer ejercicio.
5. Quererte.
Recordemos que no es el mundo el que tiene que cambiar, si no nosotros mismos, sabiendo que no lo haremos de un día para otro. Dejemos que las cosas fluyan, lo que tenga que ser será.
Que no se nos olvide que para que algo se convierta en un hábito hay que hacerlo durante 21 días seguidos, si se consigue, ya es todo nuestro.
Gandhi decía que la felicidad se encontraba cuando lo que piensas, dices y haces coinciden, es decir cuando existe una armonía en nuestra vida.
Buen comienzo de año, de mes y de semana, y que los Reyes nos traigan  aquello que nos haga felíz, y si no, ya lo buscaremos nosotros, ¿no creéis?